jueves, 3 de febrero de 2011

Dedicado al Clan de Los Rebecos.

En estos tiempos de poco trabajo y tiempo libre, nos toca volver un poco la vista atrás.


Sobre todo cuando en Asturias los cambios en educación fueron marcados por alguien que ahora está en una situación muy comprometida.

Esa persona que debido al caciquismo que reinó en su departamento, apartó a personas de su trabajo simplemente por ser opuesto a sus ideas y sus intereses. Salpicando de paso a terceros y dañando no solo su imagen si no que también su vida personal.

En cuanto lo que a mí me atañe, lo que yo vi, fue amoral, indignante y claro ejemplo de que cuando los fuertes ven la ocasión van contra los indefensos.

Lo ocurrido en la Escuela del Deporte del Principado de Asturias hace tiempo no fue más que una maniobra para acallar voces, que tuvo como resultado el que gente que no asistió a exámenes o que consiguió exámenes de manos de un profesor denunciante,( de porte militar, con indumentaria y machete), obtuviese titulaciones que otros consiguen por el sudor de su frente y sacrificio personal.

Cuando nos formamos para un empleo debemos ser imagen de ese empleo, me explico, ¿Alguien recibió clases de mecánica con herramientas de labranza?, pues esto fue algo parecido, la gente que no tiene material técnico, que no sabe cómo se usa, no puede pretender ejercer una profesión que conlleva el tener en sus manos la seguridad y la vida de personas. Si a eso le sumamos que una inspectora después de un proceso más que dudoso, tipo inquisición, del cual nos imaginábamos el resultado, obtenemos una serie de “profesionales” que no lo son… ¿En una titulación de montaña porque van los alumnos al monte?...

No quiero ser malo con quienes vieron en consejos malintencionados, una puerta a superar los exámenes, cada cual que cargue con su conciencia, el hecho de ser montañero no te hace ser guía, como el hecho de que el habito no hace al monje.

Esto encima hace que se valore a un centro como el más fácil para obtener titulaciones, devaluando los títulos que allí se obtienen, sin razón para ello.

¿Tiene todo el mundo que aprobar?

Al parecer ese año si, dividiendo las opiniones de los alumnos en una especie de dos bandos, los que aprobaron por trabajo y los que aprobaron por “despacho”. Al parecer el fin justificó los medios, sin importar los “cadáveres” y el daño dejados por el camino. Queriendo recibir trato de parvulario en una titulación oficial del estado, que podía haberse convalidado con el titulo UIMLA. Que por supuesto a raíz de los hechos no se convalidó.

Esta polémica todavía no está resuelta del todo y está a la espera de juicio…

Como el máximo responsable de ella… San Martín llega, tarde pero llega.



Esto lo escribo porque yo no pude asistir como debía haberlo hecho a ese proceso previo, porque no aporte mi parte de pruebas, debido a que me encontraba lejos. Mis disculpas a los que sabéis lo que digo. Los demás abrid los ojos, ser sinceros aquellos que no lo fuisteis y que el tiempo les de principios a los que no los tengan.

Justicia para todos.

Dedicado a:

Alejandro, Javier, Jorge, Sergio, Txipi, Nacho, Rubén, Javi y a todos los que ponen lo que hay que poner para ser algo y sobre todo, a los que tienen principios.



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